Lo trascendente
Si nos ponemos a ver detalladamente, todos los que nos dedicamos a eternizar el tiempo con nuestras cámaras, podemos atravesar nuestra existencia fotográfica de una manera trascendental. Descubrir esto fue entender el principio fundamental de la fotografía, el poder cumplir con el propósito.
¿Cuál es esa misión o de qué propósito estamos hablando?
Algunos son los guardianes de los recuerdos. Estos son quienes van a guardar los recuerdos en imágenes, son los guardianes de esos momentos maravillosos, momentos especiales donde se forma una nueva familia, o cuando esta crece y viene un nuevo integrante. Son los que van dejando registro de las distintas generaciones, de los que vienen y de los que se van. Todos quedan guardados en sus archivos, archivos celosamente guardados y custodiados para que en el momento preciso vean la luz y traigan a la memoria de la gente esos momentos que los vuelven a dibujar una sonrisa en la cara.
Otros son los encargados de dar esperanza, alegría, entusiasmo. Son aquellos que nos permiten conocer lugares inalcanzables pero que a través de sus fotos viajamos y vemos como la vida se abre camino y continua, exultante, bella, admirable. Vemos paisajes, gentes, costumbres que nos asombran y hacen que se expanda nuestro conocimiento. Tienen el propósito de avisarnos que vale la pena seguir viviendo.
Hay otros que tienen la sagrada misión de perpetuar la belleza, esa belleza que enaltece el alma, que nos invita a superarnos y a crecer como personas. Esa belleza que admiramos y que nos da sosiego, calma, que nos permite respirar profundo y nos permite mirar mucho más allá de que lo vemos habitualmente. Belleza que puede encontrarse en seres especiales o cotidianos, objetos maravillosos u ordinarios.
Otros registran situaciones graves que nos llevan a reflexionar acerca de las cosas que hay que cambiar, que hay que mejorar. Porque en aquellas cosas que no vemos justicia, paz crecimiento, alegría deberíamos poder cambiarlas y ahí está la sagrada función de un fotógrafo que arriesga su integridad, su salud, su vida con el propósito de que el resto de los mortales vea y comprenda que aún hay mucho por hacer.
Pero hay algunos fotógrafos que cuando se los inquiere con respecto a esto y se les habla de la grandeza en la fotografía solo atinan a excusarse diciendo que ellos sólo hacen fotos comunes, fotitos. Ahí tenemos un grave problema.
Esto es lo que hace la diferencia, el hecho de poder tener esa conciencia de la trascendencia que puede tener una fotografía por lo que representa. Es casi imposible que el resto de la gente respete lo que hacemos si no empezamos por respetarnos nosotros mismos, si no tomamos conciencia que, para mucha gente, nuestras imágenes tienen una significación que va más allá del simple registro.
Si no sentimos que pertenecemos a ese grupo especial de personas que ha tomado en serio el llamado de la fotografía para eternizar instantes y no solo como un simple negocio. Entonces estamos condenados a que la tecnología nos haga desaparecer porque cualquiera sin una visión, sin un llamado, sin una mirada particular puede hacer fotos correctas que simplemente registren lo que está delante de la cámara. Los que creen que con hacer fotos correctas que simplemente muestren lo que hay delante de la cámara ya alcanza, están destinados al olvido (pero son los que se la pasan quejándose en las redes sociales que no hay trabajo y lo que el hace es lo mismo que hace la gente con sus teléfonos.. Los que piensen que su arte es hacer truquitos técnicos en edición, ya están fuera. Porque la tecnología permite que cualquiera los haga y con un poco de buen gusto supera a un gran porcentaje de "saca-fotos" profesionales. Los que creen que un workshop les va a dar la respuesta para tener grandes fotos, no va ir muy lejos, ya hay miles que piensan lo mismo y a esos les va tan mal como él.
El problema no es que cada vez hay más fotógrafos, el mercado se achica porque la mayoría de ellos ya son prescindibles, fueron reemplazados por la tecnología. Porque no tienen nada para ofrecer fuera de lo técnico y la tecnología va cada vez más resolviendo las cuestiones técnicas y presentando resultados que son muy interesantes, muy buenos técnicamente.
La cuestión es trabajar y reforzar aquello donde la tecnología no puede superarnos o acercarse y eso es nuestra alma, nuestro espíritu, eso que nos hace únicos y particulares.
Las herramientas son las mismas pero cuando entendemos que debemos expresarnos vamos a combinar los recursos, técnicos, comunicacionales y estéticos de una manera particular de esa manera que produzca el resultado que nos representa e identifica.
Las gente podrá decir esa foto es de fulano porque ese es su estilo.
Seguramente hay un llamado, el tema es que quieras escucharlo y que respondas a él, Involucrarte es el punto, comprometerte a crear imágenes que sanen, que cuiden la memoria, que hagan reflexionar o deleiten por su belleza. Lo más importante de la fotografía pasa adentro tuyo, en tu alma.
Saludos.
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