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La realidad no alcanza

La realidad es aquello que acontece de manera verdadera o cierta, en oposición a lo que pertenece al terreno de la fantasía, la imaginación o la ilusión. Lo real, por lo tanto, es lo que existe efectivamente. No se puede decir que la realidad está formada sólo por cosas materiales, ya que las emociones y los sentimientos también son “reales”. Del mismo modo, la fantasía podría considerarse como parte de la realidad en tanto hay personas que la desarrollan.

Los límites entre lo real y lo no real son muy difusos, ya que en este análisis entra en juego nuestra percepción.

¿Qué es la percepción?

La percepción es el conjunto de procesos mentales mediante el cual una persona selecciona, organiza e interpreta la información proveniente de estímulos, pensamientos y sentimientos, a partir de su experiencia previa, de manera lógica o significativa. (Segen's Medical Dictionary ).

Esto es lo que pone en jaque nuestra creencia de que la realidad es unívoca, ya que cada uno "selecciona, organiza e interpreta" a su manera lo que percibe de su entorno. Es decir, cada uno crea su propia realidad.

La Fotografía no es la realidad. Jamás podría serlo, ya que la realidad tiene 3 dimensiones y tiene aromas y sonidos y movimiento y temperatura y texturas... La fotografía, en cambio, es sólo una imagen estática de 2 dimensiones. Tan sólo un recorte de tiempo y de espacio. Elecciones que arbitrariamente hace el autor para ocultar/mostrar. Nosotros somos los que decidimos qué ínfima parte de la realidad que nos rodea va a llegarle al espectador.

Ahora bien, una fotografía puede transmitir o, mejor dicho, evocar ciertas sensaciones: temporalidad, temperatura, texturas, hasta emociones. ¿Por qué puede hacerlo?

Porque la Fotografía es "una representación de la realidad".

Vamos por partes. "Representación": del latín representatĭo, representación es la acción y efecto de representar (hacer presente algo con figuras o palabras, referir, sustituir a alguien, ejecutar una obra en público). La representación, por lo tanto, puede tratarse de la idea o imagen que sustituye a la realidad. ¿Para qué? Para poder re-presentársela a alguien que no estuvo ahí en el momento y lugar en que la realidad original ocurrió.

Bien y todo eso lo hacemos en una "Imagen". Una imagen es una representación que manifiesta la apariencia visual de un objeto real o imaginario. Toda imagen tiene un cierto nivel de iconicidad, es decir, mantienen un cierto grado de semejanza reconocible con el objeto real al que hacen referencia.

Según esta definición, si estamos buscando re-presentar la realidad a nuestros espectadores, deberíamos tratar de lograr un alto grado de "iconicidad" en nuestras imágenes, para que lo que estamos fotografiando sea reconocido fácilmente por ellos.

Concluyendo, se habla de lenguaje icónico al tratar la representación de la realidad a través de las imágenes, entendiendo por «realidad» la «realidad visual», considerada en sus elementos más fácilmente apreciables: los colores, las formas, las texturas, etc.

Dicho de otra manera, si queremos que nuestra imagen tenga un buen grado de iconicidad y, por lo tanto, sea una buena representación de la realidad, debemos trabajar técnicamente para que sean claramente identificables las formas, el volumen, la textura, los colores, el contorno, etc,

Pero hay una dificultad que debemos tener en cuenta. Yo puedo estar viendo con mis ojos y reconociendo perfectamente bien lo que veo pero al tomar una foto, veo en ella algo completamente distinto. ¿Qué produjo semejante diferencia? El "problema" es nuestra visión binocular. Al tener 2 ojos, nuestro cerebro recibe información que le permite deducir las 3 dimensiones sin importar la iluminación. También podemos reconocer volumen, textura, forma, etc. La cámara, en cambio, al tener sólo un objetivo y plasmar la información captada en un plano de sólo 2 dimensiones, no puede lograr lo mismo.

Aquí es donde debe aparecer en escena nuestra habilidad para "representar",



Y ¿Cuál es el recurso técnico que nos permite lograr esto? Mayormente, la iluminación. Convengamos que la luz natural no siempre nos va a dar las condiciones lumínicas adecuadas. Un día nublado va a atentar contra la iconicidad por falta de una iluminación que modele. Un día de sol, según a qué hora, en qué dirección, en qué época del año, etc., puede ser un gran aliado para nuestra fotografía... o un gran obstáculo. Pero tenemos innumerables recursos para manejar a nuestro antojo la iluminación y así lograr un correcto modelado. Además, podemos tratar el contraste entre las luces y las sombras en la edición. También debemos buscar puntos de vista y ángulos de toma más favorables.

Lo maravilloso es que, en nuestros días, tenemos muchos recursos para aprovechar. Podemos lograr muy buenas fotos que antes hubieran sido imposibles a causa de las limitaciones técnicas. Sé que muchos pensarán que en la época analógica también se hicieron muy buenas fotos. Estoy de acuerdo, pero ¿Y las que no se hicieron? ¿Las que se descartaron de antemano porque las condiciones no eran las ideales para una buena representación?

Esta abundancia de recursos que menciono, se capitaliza hoy en día muy bien a la hora de plasmar fantasías y de hecho, se generan cosas muy buenas en este sentido pero a lo que yo los invito hoy, es a sacarles también partido para lograr excelentes imágenes de la realidad que percibimos para re-presentársela a sus espectadores.


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